¡Hola Luckys! El día de hoy queremos abordar un tema del que algunos conocen y otros simplemente lo han escuchado en alguna ocasión.
¿Te has encontrado con las siglas "BDSM" al momento de abarcar temas sobre educación erótica y prácticas sexuales? Aquí te explicamos este término y su significado.
El BDSM (por sus siglas en inglés) es una práctica sexual muy común entre parejas, cuyo significado es el siguiente: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Esta práctica sexual gira en torno a la búsqueda de placer por medio de acciones que involucran dolor, sentido de poder y control, todos al momento de estar realizando el acto sexual.
¿Qué significan las siglas BDSM?
Te explicamos cada término de manera clara y simple.
Bondage: Se asocia directamente con la restricción de movimientos mediante el uso de cuerdas, esposas u otros elementos de restricción. Durante prácticas sexuales se basa en roles de poder y relación con su subordinado. Por ejemplo: las relaciones Amx-Esclavx o Jefx-Empleadx.
Disciplina: Hace relación con una práctica sexual donde se castiga o ejerce cierto adiestramiento sobre otro individuo.
Dominación: Práctica que involucra a un participante adoptando el rol de dominante actuando de acuerdo a su voluntad, mientras la o las otras personas involucradas adoptan un rol esencialmente sumiso. Es importante recalcar que el BDSM rechaza toda práctica de dominación sin el consenso de todos los involucrados.
Sumisión: Se trata de la situación contraria a la dominación. Donde la persona adopta un rol sumiso y permite que se ejerza la voluntad de la otra u otras personas sobre su cuerpo.
Sadismo: Dentro del contexto de práctica sexual, se refiere a obtener placer causando dolor, humillación o incomodidad a otra persona que previamente aceptó ese rol.
Masoquismo: Situación contraria al sadismo, en donde una persona obtiene placer experimentando dolor, humillación o incomodidad previamente acordado.
¿Cómo practicar el BDSM con tu pareja?
Lo primero que debes hacer es hablar con tu pareja sobre el tema. El BDSM rechaza toda actividad sin el consentimiento de todos los involucrados en la práctica. No tengas miedo o vergüenza de expresar tus fantasías hacia tu pareja, recuerda que un elemento esencial en toda relación, es platicar sobre lo que les gusta y lo que no.
Una vez que todas las partes involucradas hubieran acordado realizar estas actividades sexuales, podrás recurrir al uso de instrumentos cotidianos como lo son los cinturones, lazos y cuerdas; si por el contrario, deseas experimentar mayor placer, puedes optar por adquirir juguetes sexuales específicamente diseñados para practicar el BDSM como lo son las esposas afelpadas, látigos, columpios para posiciones, kits de restricción, entre muchos otros accesorios más. El mundo del BDSM es tan grande como lo es tu imaginación. No permitas conformarte con lo que conoces, sino atrévete a experimentar nuevas opciones junto a tu pareja.
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